El aceite de palma se caracteriza por sus efectos positivos sobre la salud humana. Sus múltiples beneficios se le atribuyen a su composición de ácidos grasos y a su contenido de fitonutrientes, entre los que se destacan los beta-carotenos, tocotrienoles y esteroles.

Este aceite, de origen vegetal, se caracteriza por ser balanceado en su composición, con un contenido de 50 % de ácidos grasos saturados principalmente ácido palmítico y 50 % ácidos grasos insaturados entre los que predomina el ácido oleico y se considera cardioprotector debido a sus efectos sobre el perfil lipídico.

Naturalmente libre de grasas trans, el aceite de palma se convierte en una excelente opción para sustituir el uso de aceites parcialmente hidrogenados en la industria, principal fuente de ácidos grasos trans, reconocidos mundialmente por sus efectos negativos sobre la salud cardiovascular del consumidor.

Debido a sus características físico-químicas, este aceite puede ser sometido a procesos de fraccionamiento, dando como resultado una fracción líquida u oleína y una fracción sólida o estearina, esta última ideal para ser utilizada en la elaboración de grasas semisólidas, productos de panadería y alimentos procesados, sin necesidad de someter el aceite a procesos de hidrogenación y por consiguiente evitando así la formación de grasas trans.

Cabe señalar que el aceite de palma es la fuente natural más rica de vitamina A y de antioxidantes que protegen el cerebro y el corazón; contiene 15 veces más provitamina A que las zanahorias y por lo tanto, mejora la visión y es fuente de vitamina E en forma de tocotrienoles los cuales tienen gran poder antioxidante. Es ideal para las frituras por su resistencia a altas temperaturas, es 100 % libre de grasas trans y ayuda a controlar los niveles de colesterol.

De igual forma, el aceite de palma rojo es una importante fuente de beta-carotenos en la alimentación, caracterizados por su capacidad de actuar como provitamina A en el organismo, indispensable para un adecuado desarrollo visual y del sistema inmune, lo que confiere al aceite de palma la característica de ser utilizado en la lucha contra la deficiencia de vitamina A en niños y adultos.